La asociación alquila pisos a precios solidarios a particulares comprometidos con el bienestar de las personas vulnerables.
Hogares Compartidos es la mediadora con los propietarios y asegura el pago mensual y los suministros de la vivienda.

La aportación es aproximadamente del 35% de sus pensiones, por ello, no todas las personas participantes aportan lo mismo. La manutención, suministros y limpieza no están incluidos en esta aportación.

Los gastos de luz, agua y gas se dividen a partes iguales entre las 3 o 4 personas que conviven en cada piso, favoreciendo así uso responsable de los mismos. Cada mes, las personas participantes aportan una cantidad fija entorno a los 24 € al mes que constituye una provisión de fondos para afrontar los gastos de suministros. En junio y diciembre, coincidiendo con las pagas dobles, se regulariza la provisión de fondos con el importe real de las facturas. Los gastos de comunidad de vecinos e IBI los asumen las personas propietarias de los pisos.

La asociación se encarga de hacer una selección previa de los participantes: únicamente participan aquellos mayores que muestran una predisposición positiva hacia la convivencia. Posteriormente se firman unas normas de convivencia básicas y el seguimiento del equipo de profesionales de Hogares Compartidos garantiza que las desavenencias puedan ser gestionadas de la mejor forma posible para mantener una convivencia adecuada. La falta de observancia de las normas puede ser motivo de cese en el programa.

Cada participante cuenta con una habitación individual en la que ninguna otra persona puede entrar sin su consentimiento. El resto de las estancias son de uso compartido, y se da libertad a las personas que conviven en cada piso para organizarse espacios y tiempos de uso de los elementos comunes como cocina, lavadora, baños, televisión, etc. Las normas restringen principalmente aquellos usos que pueden afectar negativamente a la convivencia dentro del piso y con el resto del vecindario, como por ejemplo, el respeto a las horas de descanso.

En primer lugar, nuestros recursos son limitados, y es nuestro deber velar por la sostenibilidad del programa.

Por otra parte, buscamos personas propietarias que deseen realmente ayudar a personas mayores a mejorar su calidad de vida.

Como contraprestación, ofrecemos una serie de ventajas que pueden suponer un aliciente para las personas propietarias en el ámbito de la tranquilidad y la conservación de sus pisos.

El programa de acceso a la vivienda es el eje fundamental de Hogares Compartidos, e incluye una supervisión puntual de las personas y del entorno en que viven, para mantener los pisos en buenas condiciones de habitabilidad, y se interviene cuando es necesario.

También nos encargamos de gestionar el cobro de los alquileres y suministros, de manera que los pagos puedan mantenerse al corriente, así que no es necesario contratar un seguro de impagos.

Desde la entrada en vigor del RDL 7/2019, se estipula una duración mínima es de 5 años para los contratos de arrendamiento. Todas las personas necesitamos tranquilidad y seguridad en nuestro hogar. Por eso buscamos pisos cuyas personas propietarias no tengan previsto necesitarlos.

Aplica el sentido común: es un piso donde van a vivir personas mayores, en ocasiones con movilidad reducida, necesitarán tiendas de barrio o un supermercado cerca para comprar productos de uso cotidiano, les vendrá bien contar con luz natural, por el ahorro energético y para su estado de ánimo, y debe estar en una zona segura.

Pregúntate: ¿llevaría allí a vivir a mi madre y a mi padre? Si aun así tienes dudas, contáctanos y lo visitamos contigo.

Uno de los objetivos principales del programa de acceso a la vivienda es la estabilidad y la buena convivencia de las personas que viven en cada piso, ninguna de las cuales es propietaria en los pisos de Hogares Compartidos. Las dinámicas de convivencia que se establecen entre personas propietarias e invitadas son de naturaleza distinta a las que se establecen en nuestros pisos.

Sin embargo, estamos al tanto de que esta es una demanda creciente de personas mayores que viven solas en sus casas. Ponte en contacto y te informamos de lo que estamos trabajando en este sentido.